¿Cuál es la diferencia entre flores secas y flores preservadas?
Usamos flores en ceremonias, como regalos y como decoración. Sin duda, las flores son uno de los obsequios más clásicos y atemporales que se pueden dar o usar para alegrar un espacio. Algunos dicen que la naturaleza efímera de las flores frescas es parte de su belleza; solo duran un tiempo antes de marchitarse, así que hay que apreciar su encanto antes de que desaparezca. Pero ¿acaso la belleza tiene que desvanecerse?
¿Y si pudiéramos preservar la belleza de las flores?
La mayoría sabe que las flores se pueden secar; quizá incluso hayas secado alguna colgándola por el tallo o presionándola entre las páginas de un libro. Si bien estos métodos prolongan su vida útil, las flores secadas de esta manera no siempre lucen tan bonitas como uno esperaría. A menudo pierden mucho color y frescura, lo que les da un aspecto apagado y sin vida.
Las flores preservadas, en cambio, conservan su aspecto fresco y vibrante, manteniéndose frescas durante más de un año. Se preservan mediante un método refinado: se colocan en una mezcla de glicerina ecológica cuando están en su máximo esplendor, y la glicerina reemplaza toda la humedad de la flor. Esto significa que se evita por completo el aspecto apagado y quebradizo de las flores secas. Desde la flor hasta el tallo, la flor preservada conserva su textura flexible original y su color vibrante. La diferencia entre una flor seca y una preservada se aprecia mejor con una rosa: la rosa seca se verá marchita, mientras que la rosa preservada será prácticamente indistinguible de una rosa fresca.
¡Bien por ti, bien por el planeta!
Elegir flores preservadas en lugar de flores frescas es una opción más sostenible. En un mundo que busca reducir el uso de productos desechables, las flores preservadas, que duran mucho tiempo, son mucho más ecológicas que las flores frescas compradas en tiendas, que se marchitan en una semana. La glicerina que utilizamos para preservar nuestras flores es completamente natural y se usa en cosméticos y alimentos, por lo que es segura, natural y buena para el planeta.
Las flores secas, las flores frescas y las flores preservadas tienen sus propias ventajas, pero si buscas una opción sostenible, rentable y vibrante, las flores preservadas son una excelente elección.
